La viticultura del Valle del Itata se desarrolla mayoritariamente en condiciones de secano, en base a las cepas tradicionales País, Moscatel de Alejandría y Cinsault, normalmente conducidas en cabeza. El objetivo de este artículo es entregar información que permita a los productores, poner solución a los problemas actuales para producir más y mejor uva de calidad para vino. Las principales propuestas técnicas están enfocadas al mejoramiento del manejo del suelo y del viñedo, temas en los que aún queda un margen muy importante por incorporar en beneficio de la cantidad y calidad de la uva y, por consiguiente, en la disminución de los costos de producción y en el aumento de beneficios para los productores.
Manejo del suelo
Los suelos donde están ubicados los viñedos del Valle del Itata presentan serios problemas de erosión en las lomas y de drenaje en los sectores de vega, lo que se traduce en una pérdida de su potencial productivo. Para aminorar este daño en los viñedos de loma, se propone cubrir el suelo con vegetación o con restos de ésta, sembrando lupino o una mezcla de leguminosas a inicios de mayo y luego, inmediatamente antes de que la viña empiece a brotar, cortar el ciclo de la cubierta vegetal con aplicación de herbicida. En este mismo sentido otra experiencia exitosa en la comuna de Quillón ha sido cubrir con paja de trigo las entre hileras del viñedo.
La implementación de estas recomendaciones presenta beneficios prácticamente inmediatos en la temporada, favoreciendo el control de malezas, aminorando la erosión hídrica de los suelos, y contribuyendo a aumentar los contenidos de materia orgánica y de retención de agua en el suelo. Todos estos puntos son de mucha importancia tanto para la economía de la producción, como para el resultado final de la cantidad y calidad de producción de uva.
Manejo del Viñedo
Existe un amplio acuerdo entre los profesionales, técnicos y viticultores exitosos que lo más importe es realizar oportunamente las labores del viñedo. Entre éstas se debe prestar preferente atención a la poda, fertilización, aplicación de herbicidas, control preventivo de enfermedades, manejo del follaje y cosecha.
Respecto de la poda se debe tender a formar plantas a cierta altura desde el suelo, de modo que la uva en la época de madurez no tenga contacto con éste. Si bien es cierto esto se da con facilidad en la cepa País y en la Cinsault, en la cepa Moscatel de Alejandría, con el manejo tradicional, la uva al momento de la vendimia está normalmente en contacto con el suelo. Para solucionar este último problema, se deben formar plantas a cierta altura, eliminando los “chupones” o brotes que salen desde su base, de manera que la producción de uva no tenga contacto con el suelo.